Friday, June 12, 2015, 20:50 (GMT + 9)
La titular de la Consejería del Medio Rural y del Mar de la Xunta de Galicia, Rosa Quintana, dijo que desde 2009 hasta la actualidad más de 6.500 pruebas analíticas avalan al Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) como centro de referencia para la aplicación del método químico en el control de las toxinas lipofílicas en moluscos.
De acuerdo con los datos disponibles desde enero hasta la fecha, el Instituto realizó más de 1.800 pruebas con este método.
Estos resultados, junto a las tres auditorías de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), permiten avalar a Intecmar "como centro de referencia para la aplicación del método químico en el control de las toxinas lipofílicas en moluscos y demuestran que está rigurosamente preparado", recalcó Quintana.
Para la ministra, Intecmar desarrolló con total diligencia, responsabilidad y rigurosidad el programa de control con el método químico. Esto, a pesar de la oposición para sustituir el método del bioensayo por el método químico como método de referencia en la UE, porque "no ofrece mayor seguridad al consumidor, no detecta toxicidades emergentes y, por encima, es más caro", informó la Xunta.
Asimismo, recordó que en 2009, el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) colaboró con el Intecmar para poner en funcionamiento un programa de control por LC-MS/MS para toxinas lipofílicas y que recién en diciembre de 2010 adquirió un nuevo equipo y comenzó la puesta a punto de la técnica.
El proceso se desarrolló durante el primer semestre de 2011, seguido de un proceso interno de validación de la técnica, y más adelante los análisis en paralelo con el método de bioensayo.
A principios de 2012, el Instituto elaboró toda la documentación requerida para la acreditación de la técnica por parte de la ENAC y en febrero de 2013, le otorgó al Intecmar la ampliación de la acreditación para el uso del método químico.
De esa manera, Intecmar se convirtió en el primer centro de control oficial del país en haber acreditado el método químico de biotoxinas marinas.
Desde el 1 de enero de 2015, cuando comenzó a regir la legislación europea, el método químico se convirtió en la herramienta de referencia empleada para el control de las toxinas lipofílicas.